21 jun 2011

Brillando por su ausencia

'Otro año igual. Todo a última hora'. Lema de Pernía.
 
Pasan los años en Santander. Los veranos se suceden, incombustibles. Y con ellos, lo que ya es un automatismo durante la 'presidencia' (o quizás regencia, no lo tengo muy claro) de Francisco Pernía. Se va un entrenador, no hay recambio, y si lo hay, huye espantado del lugar, como López Caro, y hasta el último momento antes de empezar la pretemporada, no se sabe ni quién entrenará, ni qué jugadores harán la pretemporada y comenzarán la liga vistiendo de verdiblanco.


Con los años, se ha convertido en costumbre. Incluso, los más masoquistas como yo, algunos años hemos disfrutado viendo como teniendo el agua al cuello por una plantilla pobre y corta, Pernía se volvía loco mandando faxes, correos, y hasta carteros a caballo para traer a alguien, sin importar demasiado su posición o su edad. Ni siquiera su posible rendimiento para el equipo. Relleno. Como fueron Zé Antonio, Ísmodes, Jorge Gonçalves (me gustaría verle de vuelta por aquí, después de su mágico control en el Parque de los Príncipes de París).

Sin embargo, este verano está siendo especialmente complicado. Tras unas temporadas decepcionantes tanto deportivas como institucionalmente, donde al final, han tenido que admitir que su mala (pésima) gestión ha llevado al equipo casi al borde de la ruina, y la promesa de que un desconocido, con un gesto altruista y desinteresado iba a sacar al club del pozo, demostrándose luego que el tal Alí no es más que un caradura que ya estaba buscado por la policía australiana, y había tenido denuncias en otros países por estafa, como es lógico, los ánimos de la afición son nulos de cara a la nueva temporada.

Con una plantilla que se ha quedado en los huesos tras la marcha de todos los cedidos, y sin que la directiva pueda tratar de rellenar esos huecos con algún jugador, porque no hay dinero, ni nadie que de momento quiera ponerlo, y con los jugadores que se quedan un año más viejos (Munitis ha cumplido recientemente los 36 años, Pinillos y Colsa lo último que necesitan es ser un año más mayores), sin entrenador a escasas 2 semanas de empezar la pretemporada, y como ya hemos dicho, sin nadie que ponga el dinero suficiente para poder recomponer la plantilla y resolver los atrasos. Habrá quien se consuele diciendo que Osasuna, Zaragoza, Levante, o Rayo Vallecano van a estar parecidos a nosotros el año que viene. Yo, me preocupo por mi equipo. Y la situación es más que preocupante. Porque de nuevo, la planificación y el buen hacer, brillan por su ausencia.

Será otro año complicado. Aunque, siendo optimistas, este verano, estoy seguro de que no va a haber mucho problema para renovar el abono para ir al Sardinero. Esoy por apostar a que no habrá más de 12000 abonos. Y tirando por lo alto.

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