25 oct 2010

Hecatombe en la 'Casa Blanca'




Reconozco que con mi juventud, apenas he podido disfrutar de sucesos que gente más mayor que yo se enorgullece. Casos como seguir al Racing en campos de 2ª B, son numerosos e incontables. Los veteranos (y no tan veteranos) hablan de aquellos años, de la promoción contra el Getafe, en el que vencimos 3-4 en Madrid, de el ascenso a Primera ante el Español allá por los primeros años 90. Yo, nacido en 1989, como comprenderán, he oído hablar de aquello, pero sin embargo, no vi (o al menos no recuerdo verlo) nada de todas aquellas peripecias en los submundos de las categorías semi-amater semi-profesionales. 

Sin embargo, con mis 21 años ya he visto descensos, ascensos, clasificaciones para competiciones europeas, semifinales de Copa, he visto acer a los mas grandes, y emerger a los más enclenques. Recuerdo el 5-0, el 4-0, el 3-0 al Barcelona, el 2-0 al Real Madrid con Munitis jugando en el Racing cedido por el propio Real Madrid, del 2-1 con los penalties injustos marcados por Garay. Y he visto las derrotas en Copa frente a Eibar, Burgos, y alguno más que mi mente ha preferido olvidar. Este pasado sábado, me ha tocado vivir  (y a mí y a un buen número de sufridores más, por supuesto) quizás uno de los 5 partidos que yo le he visto al Racing de Santander. Lo cual no es moco de pavo.

Que un equipo como el Racing pierda por 6-1 en el Bernabeu es algo que entra dentro de los pronósticos iniciales, aunque es algo que los racinguistas esperamos que nunca ocurra. Pero ciertamente, puede ocurrir, siempre que ellos estén muy acertados, y el Racing esté con la mente en el hotel. Lo que, presumiblemente pasó el sabado.Pero yo, que le doy muchas vueltas a las cosas, creo que hay mas motivos por los que pueden pasar este tipo de cosas. Un motivo, por ejemplo, es que los tres centrales de este equipo son muy blanditos. Henrique alterna un partido bueno con uno malo, Torrejón aparece y desaparece como el Guadiana, y Waldo Ponce, por el momento, aparte de bajo de forma, no muestra la contundencia de la que venía presumiendo. Quizás vaya siendo hora de que se tome en serio los partidos, y dar alguna patada, o hacer alguna falta. Porque salir con tres centrales y dos laterales a jugar, y que de 6 goles, 3 hayan sido de remate desde el área pequeña me crea una duda: ¿Los jugadores del Madrid son muy, pero que muy rápidos, o la defensa del Racing se mueve a la velocidad de una placa continental?. Y sí, la respuesta es que pueden ser ambas a la vez, pero considero que, dentro de una rapidez propia de un futbolista, el igualar en velocidad a Usain Bolt está fuera de su alcance. 

Por otro lado, es incongruente salir al campo con tres centrales, y dos laterales para bloquear los ataques en velocidad y los contraataques merengues, y que los laterales se sitúen en la posición de extremo. Porque Higuaín quizás no sea muy rápido, pero con 20 metros de ventaja, es evidente que llegará al área antes que tú. Por otro lado, y avanzando en la línea un poco, el partido de Colsa fue de los que provocan a los seguidores vomitar. Se mostró en todo momento de llevar un contraataque, parecía que llevase cemento dentro de las botas. Diop ta,poco estuvo brillante. Ni tan siquiera bien, aunque disimulase un poco marcando ese gol ante Casillas, tras rechazar el balón en la espalda de Rosenberg. El sueco, quien tampoco tuvo su día, quizás ante la falta de oportunidades. Munitis estuvo todo el partido bregando y luchando, aunque sin resultado. Sus continuas caídas, regates infructuosos, y carreras sin sentido desesperó a buena parte de la afición racinguista. Kennedy lo intentó en los primeros minutos con varios centros al área que no encontraron rematador. A partir de ahí, nada más. 

Total, que de los titulares ninguno tuvo su día. Pero claro, si resulta que para Migual Ángel Portugal, el revulsivo del equipo es Mehdi Lacen, podemos apagar la luz, chapar el chiringuito, y dedicarnos a recoger setas por el bosque. Vale que sacó a Nahuelpan en el descanso, pero claro, si después, el siguiente movimiento defensivo es hacer un cambio de hombre por hombre, quitando a Colsa y metiendo a Lacen, pues eso. ¿La culpa es de Portgual? Sabe cualquiera que me conozca que no soy ningún admirador del burgalés. De hecho, me parece tan mal entrenador como buen Director Técnico. Sin embargo, creo que su idea era buena, pero no fue secundada por los jugadores. Quizás Portugal no se supo explicar, quizás el propio Real Madrid, cediendo el balón los primeros minutos hizo confiarse al Racing, para destrozarlo después en dos contraataques. Yo no sabría decirlo. Pero que parte de la culpa recae en el hombre que se siente en el palco, yo lo tengo claro. No se puede conformar una plantilla a base de cedidos  y veteranos. Es pan para hoy, hambre para mañana. Aunque, si somos positivos, ya hemos jugado contra 6 de los 8 primeros. Eso significa que ahora empiezan los partidos de nuestra liga. Toca enrachar un par de victorias, y estar tranquilos.

Y, este miércoles, comienza la Copa del Rey. El Racing juega a las 21.00 h en 'El Arcángel' de Córdoba. Y todos los racinguistas estamos parecidos. ¿Tocará ganar, o una derrota humillante de las que sufríamos antaño, como en Burgos, o Eibar? ¿Rotará Portugal a Munitis por una vez? ¿Marcará algún delantero un gol intencionadamente? ¿Darán la oportunidad a Coltorti? Una cosa está clara, de perder en Córdoba, Portugal puede empezar a verse mi cuestionado en el próximo partido en casa, frente al Osasuna. Todo se verá con el tiempo. Yo, lo único que espero es no volver el ridículo como el sábado. Que eso no puede pasar todos los días.


19 oct 2010

¡Mira mamá, la tele!



Corría el año 1954 en España. Fangio domina el Mundial de Fórmula 1 (pasa Fangio, Perón cumple, Evita dignifica, y tal), se inaugura la primera estación de esquí en España, en Asturias, Alemania gana su primer Mundial de Selecciones ante Hungría, y Hemingway gana el Nobel de Literatura. El campeonato doméstico de fútbol se lo llevaría el Real Madrid, padre del que más tarde ganaría las 5 Copas de Europa consecutivas, de la mano de Paco Gento, que había abandonado el Racing en la temporada 1952-1953.

Corría la jornada 7 de la temporada. La clasificación a esas alturas de campeonato tenía esta pinta:

Clasificación - Jornada 7 Ju Pts Ga Em Pe GF GC
1  ATHLETIC CLUB 7 12 5 2 0 27 8
2  FC BARCELONA 7 10 4 2 1 14 9
3  REAL MADRID 7 9 4 1 2 19 6
4  VALENCIA 7 9 4 1 2 20 13
5  SEVILLA 7 9 4 1 2 18 13
6  DEPORTIVO 7 9 4 1 2 16 11
7  VALLADOLID 7 8 3 2 2 16 14
8  REAL SOCIEDAD 7 6 3 0 4 14 10
9  AT DE MADRID 7 6 2 2 3 12 17
10  CELTA 7 6 1 4 2 9 15
11  HERCULES 7 5 1 3 3 5 11
12  CD MALAGA 7 5 1 3 3 9 16
13  LAS PALMAS 7 5 2 1 4 10 19
14  ALAVES 7 5 2 1 4 7 16
15  RCD ESPANYOL 7 4 1 2 4 7 13
16  RACING 7 4 2 0 5 10 22

Es fácil apreciar la posición del Racing. No fue un buen año para el conjunto cántabro. De hecho, en los 6 partidos anteriores, sólo pudo ganar a Las Palmas y al Español. En la séptima jornada, el Racing, jugaba en el Santiuago Bernabeu. Aquello no sería algo extraño de no ser por algo extradeportivo. El partido sería el primero de Primera División que sería televisado, aunque sólo para la zona de Madrid.

El partido, del que apenas tengo datos (háganse cargo del año) salvo que marcaron Gento, Muñoz y Rial, intuyo que fue lo típico de esta clase de partidos. Cómodo para el Real Madrid, y una larga agonía para los santanderinos. Pero, la cuestión, es que el Racing estuvo en el primer partido que se emitió en televisión. De liga, claro está.

Además, años más tarde, en la temporada 72-73, finalizando esta, sería un Racing - Murcia disputado en el antiguo Sardinero el que sería el primer parido de Segunda División retransmitido para televisión. Se da la circunstancia que en aquél momento ambos equipos ya estaban ascendidos a Primera División, por lo que quizás, no era un partido tan de Segunda como cabía esperar. 

Gracias a FutbolMe por su amplia base de datos sobre la Liga, y lamento no tener documentos audiovisuales de semejantes eventos, pero bueno, espero que mi no fiabilidad no se resienta.

16 oct 2010

Los caprichos de Munitis




Pedro Munitis Álvarez lo ha sido todo para el Racing de Santander. Eso, cualquier racinguista lo podrá decir. Ante su nombre, aún recordamos hazañas pasadas protagonizadas por el 'chavaluco' pequeñín que comenzó a dar patadas al balón en el 'Barrio Pesquero' de Santander. Cerca del negocio familiar, junto a las pistas de fútbol sala que allí permanecen, inalterables. Jugador de casta y corazón, Pedro Munitis lleva toda una vida ligado al Racing de Santander, pese a sus temporadas en las que tuvo que emigrar, bien por razones ajenas a él, bien porque tuvo ofertas de grandes clubes de Europa.

Munitis debutó en Primera División con el Racing en 1995. Ha llovido mucho desde entonces, y nadie podía imaginar lo que un tipo bajito (escasos 1'67 metros de altura) podría llegar a hacer. Tras su debut, el Racing le cedió al Badajoz, donde coincidió con Lotina como entrenador, y donde conectó con la afición extermeña. A punto estuvieron de conseguir el ascenso a Primera, terminando la temporada sextos. Volvió a Santander, donde tuvo la que para mí fue la etapa dorada de su carrera, y en la que incluso llegó a ser convocado para la Selección Española en la Eurocopa 2000 disputada en Bélgica y Holanda. ¡Cómo olvidar el partido contra Yugoslavia, en la que anotó el segundo gol!


Tras este partido, volvió a jugar en la eliminatoria de cuartos de final ante Francia, en la que volvió loco a Thuram, y provocó incluso el penalty que marcaría Mendieta para establecer la igualada.

Tras esto, el Real Madrid le fichó, aunque no gozó de muchas oportunidades en Concha Espina. No obstante, si ganó títulos, como la 8ª Copa de Europa, la Liga y la Supercopa de Europa. El Real Madrid decidió cederle durante una campaña al Racing, en la que llegaría a marcar al Real Madrid en la victoria local por 2-0. Después entró en juego Lendoiro, que ya era presidente del Deportivo de la Coruña, y decidió llevárselo. En La Coruña, Munitis tampoco disfrutó de demasiados éxistos personales. Incluso Walter Pandiani llegó a decir que Munitis era un jugador que recibía mucho menos de lo que se merece. Y tras unos años más en Galicia, Francisco Pernía decidió traerlo de vuelta.

El primer año del retorno de Pedro a Santander fue muy bueno, volviendo como un héroe, y coincidiendo con el Nikola 'Gigante Verde' Zigic, con quien formaría la dupla 'Dúo Sacapuntos' y que haría que el Racing pasara una temporada bastante holgada, con victorias en casa ante equipos como Valencia y Real Madrid. Munitis se convirtió en el estandarte del equipo y de los aficionados, convirtiéndose en un fijo en las alineaciones, y el centro de todas las miradas, como líder, y como referente en el juego. Y desde aquél año, en la temporada 2006/2007, las cosas con él apenas han cambiado. ¿O si?

Porque a día de hoy, Munitis tiene 35 años. Ha perdido velocidad punta, aceleración, resistencia. Su liderazgo se mantiene intacto. Y quizás ahí es donde radica el problema. Sigue siendo titular indiscutible en el equipo, pese a su bajón, evidente y lógico, que todos nos hacemos mayores. Portugal, en su línea, no se decide a rotarle y quitarle de vez en cuando, y la afición empieza a cansarse. Y a mí, humilde racinguista, me parecería muy triste que un jugador tán emblemático como Munitis acabara sus días silbado por culpa de no haberse sabido hacer a un lado en el momento que debía. Nadie cuestiona su entrega ni su garra, pero no se puede jugar para siempre en Primera División, y la cuestión es que la decisión, viendo la falta de personalidad de Portugal, debería salir del mismo Munitis, y eso difícilmente ocurrirá. Porque Pedro piensa que está haciendo lo mejor para el Club. Y aunque no lo hace a posta, le está costando cosas al equipo. Velocidad a la contra, y gol (lleva más de un año sin marcar gol en Liga).

Pedro Munitis, leyenda, estandarte, y cabezón como él solo.

Por el momento, este domingo vuelva a apuntar a la titularidad.

11 oct 2010

Racing 5 - 4 Athletic




Corría el año 2007. 1 de abril. Comenzaba la parte decisiva de la temporada, en la que el equipo dirigido por Miguel Ángel Portugal aún soñaba con aquella quimera que era el participar en competición europea. El equipo verdiblanco, con el 'Dúo Sacapuntos' (Zigic y Munitis) en pleno auge, pretendían prolongar una buena racha deportiva, y definitivamente presentar candidatura a los puestos de arriba, mientras que el Athletic visitaba El Sardinero inmerso en una crisis deportiva que le hacía estar acariciando los puestos de descenso, de los que no se salvó hasta casi finalizada la temporada. 

El ambiente en 'El Sardinero' era fantástico, como en todos los partidos de esta índole, con mucha rivalidad no sólo deportiva, si no también política y social. Las gradas a rebosar, con gran número de aficionados visitantes (cerca de 4000 bilbaínos poblaban las esquinas sureste y suroeste del campo) y llenas de color con banderas verde y blancas y rojiblancas. Los típicos cánticos de esta clase de partidos comenzaban a aflorar, sobre todo por parte racinguista, quienes por una vez, veían el partido relajados, sabedores de que ese año no habría problemas a final de temporada. Sin embargo, los seguidores vasos si se encontraban algo más dubitativos, debido a la falta de costumbre de andar en el alambre sin red de seguridad.

Sin embargo, una vez comenzó el partido, las cosas se dieron la vuelta rápidamente. En el minuto 7, y merced a una falta directa lanzada por Luis Prieto, que rebotó en la barrera y despistó a Toño, y marcó el primer gol del partido. Los seguidores del 'Botxo' estallaban de júbilo, mientros que los racinguistas caíamos en una depresión de la que dudabamos si íbamos a ser capaces de salir en menos de 80 minutos. El resto de la primera parte pasó sin más pena que gloria, con muchos nervios, mucho intento de controlar el juego, y con pocas ocasiones. Los bocadillos hicieron su aparición en las gradas, y muchos de los allí presentes ya teníamos la sensación de que aquél iba a ser mejor momento de la tarde. Pero que equivocados estábamos. Todos nosotros. Y la afición rojiblanca también.

La segunda parte comenzó con mucho más ritmo, muchas más ocasiones, y, en un corner, en el minuto 58, Cristian Fernández (en su primer año en la primera plantilla) remataba en el primer palo un corner botado por Pedro Munitis, que alojaba el balón en las mallas. El partido estaba empate, y la parroquia santanderina rebosaba de emoción y éxtasis ante la más que posible (ahora sí) opción de ganar ese partido, y poder aspirar a algo más por una vez en nuestras vidas. Sin embargo, poco iba a durar la alegría, pues en el minuto 62, Joseba Etxeberría volvía a adelantar a los 'leones' con un tiro desde dentro del área tras un desajuste defensivo racinguista. Las esquinas rojiblancas del campo saltaban y se burlaban de los racinguistas que asistíamos a aquel desastre, y que apenas 3 minutos nos las dábamos muy felices. 

Sin embargo, como dice mi abuelo, la risa va por barrios, y tres minutos después del 1-2, Luis Prieto hacía un absurdo penalty a Óscar Serrano, quien prácticamente había perdido ya el control del balón. El encargado de lanzar el penalty sería nuestro especialista, Ezequiel Garay, quién, como siempre, lanzaría de potente disparo a media altura y a la derecha del portero, estableciendo el empate a dos en el marcador. Y, para más euforia, cuando apenas había dado tiempo a sentarse tras celebrar el empate, un estratosférico centro de Balboa (algún día escribiré sobre este chaval) rematado por Zigic de cabeza, adelantaba al Racing tres a dos, enloqueciendo a la grada, y haciendo que más de uno se tuviera que frotar los ojos por el trepidante ritmo del partido. Y a punto de haber más de un infarto en la grada estuvimos cuando en el minuto 77 de partido, entre Iraola (en propia puerta) y Zigic marcaban el que parecía que sería el resultado final de 4-2.

Pero de nuevo, la defensa del Racing volvió a hacer gala de su blandura, permitiendo dos minutos después del gol en propia de Iraola, marcar al Atheltic y establecer el 4-3, de nuevo con un Joseba Etxeberria peligrosísimo, quien tras un control fabuloso en el área, marcaba por bajo. Los nervios volvían a aparecer, esta vez opr todo el campo. En unos, por poder rascar algo en campo rival. A los otros, por no perder lo que se había conseguido con sangre, sudor y lágrimas. Y, de pronto, la hecatombe. En el minuto 82, tras un barullo en el área racinguista, Iraola remata a la red de potente disparo, ante el júbilo de los bilbaínos, que no se pueden creer el haber remontado, y la estupefacción de los verdiblancos, que veían alejarse la Uefa a cada segundo que pasaba. 

Con el 4-4, mucha gente comenzó a marcharse, para evitarse los atascos, las colas, y el apelotonamiento de las salidas del campo. Y, para su desgracia, en el último minuto de ese partido, se vivió lo que para mí, humilde escribiente de este blog, es uno de los momentos más gloriosos que he vivido en ese campo. Vitolo recupera un balón por banda izquierda del campo, hace un pase hacia el interior que recoge Munitis, quién con su velocidad por aquél entonces agudísima,  avanza, para ya en la frontal hacer un pase al hueco para el Gigante Verde', para Nikola Zigic, el hombre gol, quién tras recortar ante Iraizoz, marcaba el definitivo 5-4. Los abrazos entre desconocios contrastan con las manos en la cabeza y alguna que otra lagrimilla. Algunas lágrimas de tristeza, otras de felicidad.


Tras esto, el partido finalizó. Los racinguistas nos fuimos henchidos de orgullo, y sabedores de que quizás, tuviéramos alguna opción de clasificarnos para la Uefa. Y además, acabábamos de ganar a uno de nuestros rivales territoriales por excelencia. Hubo quien dijo que aquél partido sólo significaron 3 puntos. Yo digo que de eso nada. Aquello fue un momentazo que sólo espero poder volver a repetir, como la última jornada de liga de la temporada siguiente. Pero eso es otra historia que ya contaré.