Foto de El Diario Montañés (Página web) |
El ambiente en los Campos de Sport del
Sardinero, gélido, pareció contagiar al juego de los dos equipos. Un
comienzo dubitativo y falto de ritmo por parte de ambos conjuntos, daba
clara muestra de que ambos equipos van a sufrir para lograr puntos este
año. El Racing en concreto, fue absolutamente incapaz de dar más de dos
pases seguidos, provocando por tanto que Stuani, pese a ofrecerse
continuamente, apenas recibiese balones.
Por su parte, Adrián, como suele, estuvo desaparecido en toda la primera parte, sin participar en ataque salvo por dos saques de falta sacados sin peligro para el Levante. De hecho, que los mejores del conjunto verdiblanco fueran Toño (lo cual ya es costumbre) y Diop, dice mucho. Que el portero, que atajó un par de ocasiones del conjunto granota, y Diop, que pese a tener la calidad justita, robó varios balones, y trató de repartir juego como pudo.
Por su parte, Adrián, como suele, estuvo desaparecido en toda la primera parte, sin participar en ataque salvo por dos saques de falta sacados sin peligro para el Levante. De hecho, que los mejores del conjunto verdiblanco fueran Toño (lo cual ya es costumbre) y Diop, dice mucho. Que el portero, que atajó un par de ocasiones del conjunto granota, y Diop, que pese a tener la calidad justita, robó varios balones, y trató de repartir juego como pudo.
Como resumen de la primera parte, el Levante
tuvo un dominio absoluto en el centro del campo, con la pareja Iborra –
Xavi Torres superando en todo momento a la formada por Diop y Adrian.
Además, jugadores que deberían de ser los encargados de llevar el peso
ofensivo del equipo no cumplieron con las expectativas, como Munitis,
Arana o Acosta.
En la segunda parte parecía que tendría más
opciones el Racing de marcar. Acosta parecía poner muy nerviosa a la
defensa levantinista, que dudó en un par de acciones en las que el
argentino acabó por los suelos dentro del área, pero que el árbitro no
pitó. A partir de ahí, el partido continuó siendo una sucesión de
errores en pases sencillos, malos controles, y disparos sin peligro. Lo
único que parecía una buena noticia es que la defensa, pese a tener muy
poco trabajo, dio la talla en todas las acciones. Apenas el Levante tuvo
un disparo peligroso hacia la portería de Toño, que este supo resolver.
Hacia el minuto 80, Diop, que estaba siendo de los mejores, fue
expulsado tras un error en el control del balón, y a partir de ahí, la
ya de por sí escasa vertiente ofensiva verdiblanca quedó reducida a la
nada. Nahuelpan ni siquiera llegó a tocar el balón. Stuani luchó, pero
siempre estuvo muy lejos del área.
Al final, un reparto de puntos que al Racing
le sabe a poco, y que deja la sensación de que los 3 goles marcados
ante el Valencia quizás fueran excesivo premio. Quizás la ausencia de
Kennedy pasó factura al juego del equipo, que ni siquiera en el balón
parado pudo tener ocasiones. La próxma jornada, en el Calderón, y la
siguiente, frente al Real Madrid, auguran tiempos complicados para el
equipo verdiblanco, que se acerca a dos jornadas extremadamente
difíciles donde conseguir algún punto será todo un éxito. Hay mucho que
mejorar, y poco tiempo.
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